Cada año, efímeramente, el azul violáceo de las jacarandas inunda México D.F y Sevilla, cambiando la percepción cromática de la ciudad. Las jacarandas se convierten así en protagonistas de calles María Luisa o Luis Montoto, de las avenidas Horacio de Polanco o Paseo de la Reforma, y también de parques como el Bosque de Chapultepec.
Precisamente, en el borde sur de este jardín, el mítico arquitecto Luis Barragán, realizó su última casa, una especie de Instituto Mexicano del "color", donde exploró junto al pintor Chucho Reyes la combinación del azul violáceo de la jacaranda junto a otros colores típicamente mexicanos.
Ahora toca el momento de la remezcla mexicana del "sonido"...